Propiedades de los elementos

A veces el afuera es una burbuja de nitrógeno, gaseosa, sin forma natural, sin una línea clara
o hilo conductor
incolora
y entonces ese afuera (que ahora es adentro) me deja a mí (que nunca puedo estar adentro) afuera. ¿ves este moretón? es la marca que me dejó el estallido, habrá que tratarlo
con caléndula y sal.
lo que pasa es que
no soy más fuerte que mis lágrimas, y por las noches juego con arrancarme la cara, o pegarle una cachetada a un bebé, o en cortarme el paladar, que es el punto de apoyo del canto, en fin, en arruinar algo puro, y frágil, y que no tiene la culpa. también, pienso que en realidad la culpa sí es mía: el cielo es un cuerpo que se prende fuego y cae después de mí y yo solo tengo un paraguas para protegerme; ay nena, nadie te preparó para esto.
te juro que yo sólo quería
las luces cálidas de las ventanas de las casas ajenas
pero esta luz se parece más a una sala de interrogatorios. o a una morgue.
¿y qué vas a hacer al respecto?
te diste vuelta las uñas y sólo entendés de violencia,
¿qué vas a hacer al respecto?
todos tus alter egos se fueron y dejaron un esqueleto demasiado pobre como para ser carroña,
decime, ¿qué vas a hacer?
no hay ya afuera ni adentro y lo único que estalla ahora son tus gritos,
respondeme, ¿qué vas a hacer?
Vas a escribir.

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