Primera y Última Carta de Amor

Vas a recordar la primera vez que lo viste
Cuando lo viste sin ver, porque estabas apurada.
Hasta que paraste, porque habías llegado, y lo miraste,
Lo miraste de verdad, y era todo verde,
Su verde que se derramaba más allá de vos.
Y supiste que a partir de ahí todo iba a ser de ese color.

Te vas a acordar
Cuando hablaban, sólo hablaban,
Cuando se dieron la mano
Y entre sus cuerpos, entre sus palmas
Estaba condensado el Universo.
Cuando fueron dejando huella en cada lugar nuevo que visitaban,
Y a partir de ahí cada vez que pasabas veías sus sombras, verdes.
Qué peligroso es
Apropiarse de lugares
Que pueden no volver.

Y te vas a acordar de la primera vez que lloraste por él,
Te vas a acordar, porque las lágrimas que deberían ser azules
(siempre las dibujaste azules)
Van a estar teñidas de su color.
Y mientras llores,
Mientras te sacuda la asimetría,
Recorda también
La primera vez que se reencontraron.

Y por todas las primeras veces
Va a haber una última.
Cuando estén enfrentados y mires, mires de verdad, el mismo verde,
Aunque ya no va a ser el mismo.
Y sepas
Que en el momento en el que parpadees ya no va a estar;
Así que le sostenes la mirada, se la sostenes tanto como podes.
Hasta que, como era inevitable
Como sos humana
Como ya no podías,
Parpadeas,
Y en la milésima de segundo que te llevó cerrar y abrir los ojos, no está más.
Y cuando sólo te queden el límite entre cielo y tierra que se tocan,
Y todo se derrame,
Cuando no tengas ni línea de horizonte,
Y te veas derramar,
Eso también va a ser verde







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